Brindar cuidados implica no solo hacerlo en las crisis importantes, sino también se refiere a las experiencias de rutina como ir al médico.
Usted, como cuidador familiar, marca una diferencia. Simplemente al estar presente, usted puede afectar qué se dice, a quién y qué tan bien se comprende esta información. También puede escuchar, hacer preguntas y ser un apoyo cuando su familiar se siente ansioso o confundido. Esta guía aborda las maneras de ayudar cuando su familiar visita al médico.
¿Qué tan activo o silencioso debería estar usted durante las visitas de su familiar al médico? A continuación describimos historias relacionadas con dos cuidadores familiares:
Piense acerca de sus propias experiencias recientes durante las visitas al médico. Al permanecer en segundo plano, ¿pierde usted oportunidades de contribuir, como Michael? O, al tomar la iniciativa, ¿está limitando la participación de su familiar, como Kate?
Trate de programar las visitas al médico para los horarios cuando usted y su familiar cuenten con la máxima energía y no tengan distracciones. Las visitas al médico son lo suficientemente estresantes sin estar preocupado por recoger a un niño de la guardería o terminar un proyecto en el trabajo. La hora del día puede ser importante; su familiar puede estar más preparado para participar en la visita al médico en la mañana antes de las actividades del día, o en la tarde si es que duerme hasta tarde.
Reúna la información de las visitas con otros médicos. Lleve esta información junto con una lista de preguntas y temas que quiera hablar con el médico.
Sepa qué medicamentos toma su familiar. Esto incluye todas las recetas además de los remedios herbales, cremas, suplementos y otros medicamentos de venta libre. Usted puede hacer una lista de estos medicamentos o colocarlos en una bolsa y llevarlos con usted. Aquí encontrará una forma que puede utilizar para ayudar a manejar los medicamentos: http://nextstepincare.org/uploads/File/Guides/Medication/Medication_Management_Form/Medication_Management_Form_Spanish.pdf
Hable con su familiar acerca de lo que usted quiere lograr durante esta visita al médico. Por ejemplo:
Hable acerca de las maneras que puede ayudar durante las visitas al médico. A continuación describimos algunas opciones:
Dígale al médico al comienzo de la visita que ambos, usted y su familiar, tienen inquietudes y preguntas. Decida con anticipación quién de ustedes le dirá esto al médico.
Observe las señales verbales y no verbales de su familiar. Por ejemplo, su familiar puede dar respuestas equivocadas o falsas. Esto podría ser debido a que no puede recordar determinados hechos o no quiere molestar al médico. Su familiar también puede fruncir el entrecejo, mirar hacia otro lado o dar otras señales no verbales que expresan ira y frustración.
Exprese su opinión cuando usted sienta que es necesario. Puede ser que parezca que el médico está instando a su familiar a elegir un tratamiento antes de que usted cuente con suficiente información. O quizás el médico no está dando respuestas lo suficientemente completas a las preguntas de su familiar. Quizás a su familiar otros médicos le estén dando consejos contradictorios. En situaciones graves como estas, su rol puede cambiar de ofrecer un apoyo silencioso a ser un defensor más activo.
El médico puede estar habituado a que usted hable por su familiar o que no hable para nada. Pero la situación de su familiar puede hacer que usted necesite guiar al médico hacia una manera nueva de comunicarse, que puede ser con palabras o acciones. Por ejemplo, si siempre ha estado en silencio durante las visitas pero su familiar está teniendo dificultades para comunicarse, es posible que usted necesite comenzar a hacer más preguntas para asegurarse de comprender las instrucciones y explicaciones del médico. O si su familiar quiere hablar cuando el médico le hace a usted una pregunta, vuélvase hacia su familiar y sugiera que él o ella responda.
También defiéndase usted. Tiene un papel importante en el cuidado. Asegúrese de comprender cómo realizar tareas nuevas, como cuidar de una herida o ayudar a su familiar a utilizar un andador o bastón nuevos. Además de escuchar qué hacer, quizás usted quiera observar a otra persona mientras realiza este procedimiento y luego probar por usted mismo. Según sea necesario, quizás usted quiera concertar una cita para obtener más capacitación.
A continuación de cada visita al médico, puede ser útil repasar con su familiar cómo les fue en la visita. A continuación enumeramos algunas de las preguntas sobre las que usted quizás quiera conversar:
¿Fue la visita una buena experiencia? ¿Qué podría haber hecho yo para hacerla mejor? ¿Cree que debería haber hecho algo de modo diferente?
Pueden existir ocasiones en las que usted y su familiar no estén de acuerdo. Esto puede referirse a la visita al médico en sí misma u otras tensiones que aparecen en momentos de estrés. Piense acerca de las alternativas cuando usted y su familiar no estén de acuerdo:
¿Recuerda las historias de Michael y Kate? Ellos fueron capaces de ajustar cómo comunicarse durante las visitas al médico.
Puede tomarles un poco de tiempo a usted, a su familiar y al médico acostumbrarse a esta nueva manera de comunicarse. Pero vale la pena el esfuerzo para lograr este tipo de conversación abierta y útil.
Reconocimiento. Jennifer Wolff, Ph.D., Profesora Adjunta de Gestión y Política de Salud, Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, contribuyó significativamente al desarrollo de esta guía.
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